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El Papa Luna, una de las figuras hispánicas más universalmente conocida y a
la vez controvertida, se trasladó en 1411 a Peñíscola convirtiendo su
castillo en palacio y biblioteca pontificia. De los muros y dependencias de
esta fortaleza irradian ideas, sentimientos y prejuicios sobre un hombre
íntegro, honrado y virtuoso que tuvo la osadía de perseverar en su
convencimiento de verdadero Papa de la Iglesia Católica en una época marcada
por guerras, ambiciones, codicias y corrupciones que afectaron incluso a las
altas dignidades de la Iglesia, cuyo poder espiritual tuvo que claudicar
ante el poder político y civil.
El Castillo está emplazado en la zona más elevada del peñón, alcanzando una
altura de 64m sobre el nivel del mar. Su perímetro es de unos 230 m y tiene
una altura media de 20 m. Los Templarios construyeron esta obra románica
sobre restos de la antigua alcazaba árabe entre 1294 y 1307.
De similares características a las construidas por los mismos caballeros en
Tierra Santa y Cataluña, destaca su parecido con el castillo de Miravet,
construido 150 años antes. Benedicto XIII realizó pequeñas reformas durante
su estancia en este castillo transformándolo en palacio papal.
La fábrica de los muros es de piedra labrada y todas las dependencias se
cubren con bóvedas de cañón, en ocasiones algo apuntadas, que arrancan de
impostas muy simples formadas por un cordón moldurado. Los huecos de las
puertas están forjados con arcos de amplio y generoso dovelaje.
Destaca en todo el conjunto la sobriedad y solidez de su construcción, tanto
en las estancias templarias como en las estratégicas e intrincadas
dependencias pontificias que realizaría más tarde Benedicto XIII (entre las
que estuvo instalada una de las mejores bibliotecas del mundo). Pero, tal
vez, el mayor interés arquitectónico del castillo se encuentra en la
solución abovedada del Cuerpo de Guardia y en la austeridad y severa
proporción de la Basílica de los Templarios.
Utilizada por Benedicto XIII y Clemente VIII como Basílica Pontificia, a las
características constructivas del resto de estancias une el presbiterio
formando ábside semicircular cubierto con una media cúpula de cascarón
encumbrada sobre un arco toral y un pequeño ventanal situado en el centro
del ábside que ilumina tensionalmente el espacio. En esta Basílica reposaron
durante algún tiempo los restos del Pontífice.
En este castillo se conservan todavía remembranzas evocadoras de la
presencia del Papa Luna y de su sucesor Clemente VIII, el también aragonés
Gil Sánchez Muñoz, segundo Papa de Peñíscola. La Basílica papal de Benedicto
XIII, esa austera nave de planta rectangular con bóveda de cañón algo
apuntada y casquete esférico sobre el ábside; el salón del trono donde
recibía embajadas y recepciones; el salón del cónclave; el estudio con
ventanas al mar; las habitaciones pontificias, etc. Todo ello, utilizado por
los dos papas de Peñíscola, había servido con anterioridad a los Caballeros
Templarios y a los Montesianos que tuvieron aquí la sede y sostén de su
encomienda.
Las modificaciones introducidas por Felipe II para artillar la fortaleza,
así como los bombardeos sufridos en las numerosas guerras y asedios, no
alteraron sustancialmente la conformación del castillo, que fue declarado
Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931. En 1957, por orden
ministerial, se cedió su gestión a la Diputación de Castellón, iniciando
ésta su restauración.
Si bien el Castillo Templario constituye, tanto por suprivilegiado
emplazamiento como por sus características arquitectónicas y su historia, lo
más relevante de esta «Ciudad en el Mar» (declarada Conjunto
Histórico-Artístico en 1972); en Peñíscola se hallan otros muchos elementos
artísticos, históricos y etnológicos que deleitarán al visitante.
Soberbias son las murallas que mandó erigir Felipe II y que constituyen una
clara manifestación de los grandes conocimientos y depurada técnica que en
materia de fortificaciones tenía el más importante arquitecto-ingeniero
militar de la época, el italiano Juan Bautista Antonelli, que fue quien las
diseñó, siendo construidas entre 1576 y 1578. El Portal Fosc, llamado
asimismo de Felipe II, es una de las tres
Grandioso es el Portal de Sant Pere o del Papa Luna, en cuya parte central
muestra el blasón en piedra de Pedro de Luna. Era el acceso a la fortaleza
desde el mar, cuando las aguas llegaban al pie de la muralla y las barcas
varaban en la misma rampa al pie de este portal. Lo mandó construir el Papa
Luna en 1414.
Otros lugares de interés histórico-artístico de obligada visita son:
- El Templo Parroquial de la Virgen del Socorro, con tracería gótica del
siglo XV en parte de ella y elementos arquitectónicos (ménsulas
esculturadas) y puerta de tradición románica.
- El Ermitorio de la Mare de Déu d'Ermitana, junto al castillo en la que se
alberga la imagen de la patrona de la ciudad.
- El Parque de Artillería, zona de casamatas y polvorines rodeados de
palmeras y jardines.
- El Bufador, que es una gran brecha entre las rocas por la que «respira» el
mar en los días de temporal.
Peñíscola, ciudad hospitalaria, ha sido encrucijada de todas las
civilizaciones mediterráneas que desde el alba de la historia vienen
navegando por este mar de bonanza y cultura. A fenicios y griegos, les
siguieron cartagineses, romanos, bizantinos y árabes... Todos supieron de su
ventajosa situación, de su seguridad como fortaleza irreductible y de su
idoneidad como hábitat, tanto por su clima como por disponer de abundante
agua dulce que mana de las entrañas de la roca en la propia ciudadela.
En tiempo ya de los cristianos, los míticos y enigmáticos Caballeros
Templarios se asentaron en el tómbolo, donde ya existía una fortaleza árabe
y no tardaron en persuadirse de las excepcionales características que reunía
para ser convertido en fortaleza inexpugnable.
Entre los años 1294 y 1307 fue construido el actual castillo Templario sobre
los restos de la alcazaba árabe. Los promotores fueron frey Berenguer de
Cardona, que era el Maestre de la Orden del Temple en Aragón y Cataluña y
frey Arnaldo de Banyuls, que era el comendador de Peñíscola. Los escudos de
ambos se conservan esculpidos en piedra formando fajas heráldicas situadas
por encima de la puerta de acceso al castillo y también sobre la puerta de
la basílica.
La excepcional robustez de sus muros y bóvedas de arco ligeramente apuntado
y su total construcción con magnífica fábrica de sillería, así como su
desnudez y austeridad en elementos ornamentales constituyen la impronta de
una arquitectura militar tremendamente maciza y sobria que,
estilísticamente, discurre entre el románico tardío y un gótico incipiente.
El Castillo de Peñíscola está catalogado como Monumento Histórico-Artístico
Nacional, distinción que le fue otorgada en 1922. No obstante hasta la
década de los 60 no se estableció un régimen regular de visitas. Actualmente
es el segundo Monumento más visitado de España, tras la Alhambra de Granada.
El Castillo de Peñiscola, al norte de la Comunidad Valenciana, se encuentra
en un punto privilegiado del Mediterráneo español.
Los 79 km2 de extensión de su municipio, 17 de los cuales discurren
paralelos al litoral, se reparten equitativamente entre las superficies
forestales y los cálidos cultivos mediterráneos, entre los que no faltan el
naranjo, el olivo y el almendro.
La ciudad antigua, coronada por la que fuera morada del Papa Benedicto XIII,
un castillo-fortaleza del s. XIV, ocupa un imponente peñón que se alza 64
metros sobre el azul del mar; unido al continente por un cordón de arena que
tiempo atrás era barrido por las olas durante los temporales, transformando
a la ciudad en una efímera isla.
En contraste con el casco antiguo, se encuentran las nuevas calles y
avenidas de la zona turística. Cálidas aguas en verano y otoño, se reparten
entre las extensas playas de fina arena al norte de la ciudadela y hermosas
calas flanqueadas por abruptos acantilados en el sur.
Peñíscola es un nombre en la Historia, presente en ella desde las más
remotas civilizaciones. Fortaleza que, por sus extraordinarias condiciones
naturales: estratégico emplazamiento promontorio rocoso ceñido por el mar,
excepto por una lengua arenosa y providencial abundancia de manantiales, ha
sido codiciado lugar para cualquiera de los pueblos llegados a nuestra
Península.
LA ANTIGUA CHERSONESOS Son abundantes los vestigios arqueológicos hallados en las cercanías del
tómbolo,en los yacimientos de Poaig y Els Barrancs que confirman el
poblamiento de estas tierras por algún pueblo ibérico (ilercavones), así
como la relación entre estos y los mercaderes fenicios que llegaron por mar
(s.VII-VI a.de C.). En Peñíscola se asentaron,probablemente, los fenicios
procedentes de Tyro y poco después los griegos de Zacinthos. Más tarde
llegarán por mar cartagineses, romanos, bizantinos y árabes.
Los testimonios escritos más antiguos y verosímiles acerca del conocimiento
de Peñíscola en el orbe antiguo, cabe buscarlos, sin embargo, en las citas
de Hecateo (s.VI a.de C.) Estrabón (s.I a.de C.) y Rufo Festo Avieno
(s.IV)que en sus descripciones de la costa mencionan la ciudad de
Chersonesos. Nombre que darían los griegos a la ciudad y cuya traducción
significa, península.
Peñíscola, colonia griega y romana, será importante puerto a través del que
entrarán productos manufacturados (cerámica, telas, armas, etc.) que los
colonizadores intercambiarán por el preciado vino y aceite de oliva de los
íberos que pueblan las sierras del litoral. Serán asimismo los romanos,
quienes al traducir el nombre griego de la ciudad al latín (al decir de
prestigiosos filólogos, en la forma vulgar pene+iscola, «casi isla »)darán
origen al topónimo actual de Peñíscola.
BANÁSKULA, LA CIUDAD ÁRABE Desde el año 718 en que Tarik concluye la conquista hasta 1233, la ciudad de
Peñíscola vive bajo dominio musulmán. Se conocen escasos detalles de esta
época. Los geógrafos árabes aluden a Peñíscola (a la que llamarán Banáskula
o Baniskula por adaptación del topónimo a su alfabeto) como castillo
inexpugnable junto al mar, que está poblado, tiene alquerías, cultivos,
abundancia de aguas e importantes salinas. Desde la fortaleza, que será
frontera con la cristiandad, los moros piratean el litoral y realizan
incursiones en el Reino de Aragón.
Peñíscola será cuna de personajes ilustres como el Rey Lobo 'Mohamed ben
San, Aben Mardanis' (1124) que logrará mantener unreino moro en el sudeste
españolfrente a los invasores africanos, y el literato Alí Albata que
intervendrá en las negociaciones con Jaime I.
LA RECONQUISTA Aunque ya lo había intentado en 1225 sitiándola durante dos meses, no será
hasta 1233 cuando el rey Jaime I tomará posesión de la ciudad de Peñíscola,
recuperando también el dominio sobre el mar. Será una conquista pacífica.
Tras la caída de Burriana que deja aislados los castillos árabes del norte,
la ciudad se entregará sin lucha y bajo ciertos pactos que respeten las
leyes y costumbres sarracenas.
El 28 de enero de 1251, sin embargo, Don Jaime I otorgará carta de población
a la ciudad a fuero de Valencia, en virtud de la cual desposeerá los moros
de todos sus bienes propiedades que entregará a los nuevos pobladores
cristianos. Esta medida propiciará la consolidación demográfica y económica
de la ciudad, iniciándose una etapa de prosperidad.
Peñíscola ha sido escenario del rodaje películas como El Cid de Anthony
Mann o Calabuch de Luis García Berlanga.
En el mes de junio, se celebra el Peñíscola Magic Summer. Durante los meses
de julio y agosto se celebra el Festival de Teatro Clásico Castillo de
Peñíscola. En agosto, se celebra el Festival Internacional de Música Antigua
y Barroca. Ya en septiembre, en el Salón Gótico del Castillo y en el
Auditorio y Palacio de congresos de la ciudad, se celebra el Ciclo de
Conciertos de Música Clásica. Al finalizar el año se puede disfrutar de un
mercado medieval dentro de la zona amurallada, y en los jardines del
Castillo miembros de la parroquia representan un portal de belén viviente.
Algunas entidades culturales de Peñiscola son la Banda de Música «Nuestra
Señora de la Ermitana» http://www.bandamusicapeniscola.es , la Asociación
Cultural de Moros y Cristianos, la Asociación de Danzas y la revista
«Peñíscola, Ciudad en el Mar».
Fiestas locales :
* San Antonio Abad. Se celebra el 17 de enero.
* Carnavales. Se celebran durante tres días a finales de febrero.
* San Isidro. La fiesta se celebra en el mes de mayo.
* San Pedro. La fiesta se celebra a finales de junio. Se realizan verbenas
populares y suelta de vaquillas.
* Fiestas Patronales. Se celebran a partir de la noche del 7 de septiembre,
en honor de la patrona de la localidad, la Virgen de la Ermitana. Han sido
declaradas de Interés turístico Nacional.
Los días principales son el 8 y 9 de septiembre, en los cuales se realiza la
máxima expresión de estas fiestas «Les Danses» o las Danzas, que engloban
música, baile, actividades lúdicas, ritos y modos públicos de convivencia.
El último fin de semana se desarrollan los espectaculares y coloristas
desfiles de Moros y Cristianos son representaciones históricas, pero de una
historia vista con los ojos del pueblo, que con el paso de los siglos ha ido
incorporando a su narrativa distintos elementos formando pasajes anacrónicos
en los que se mezclan árabes, turcos o alusiones a la guerra con los
franceses.
* Romería a la ermita de San Antonio. La romería se realiza el domingo
siguiente al de Pascua de Resurrección.
También, desde hace unos años, en las vacaciones de Pascua, se quema una
única falla en el municipio.
Gastronomía
En la ancestral tradición marinera de la localidad y la riqueza pesquera de
sus costas junto con una excelente huerta, se halla el fundamento de su
gastronomía. En la cocina peñiscolana destacan los all i Pebre de Rape o
pulpitos ( Polpet'), el suquet de pescado o remescló, así como los mariscos,
dátiles de mar, caracoles ('caragol punxent'), mejillones, cigalas, etc. Los
diferentes arroces en sus variedades marineras, el arrosejat o Arroz a
banda, la omnipresente paella y la fideuá, también son parte fundamental de
la dieta de estas tierras.
El litoral sur de Peñíscola es escarpado y rocoso. Está salpicado de
diminutas playas y elevados acantilados que forman recoletas calas. En esta
costa se halla la Sierra de Irta. Paraje Natural desde el año 2002, es una
alineación montañosa con 573 m. de altura máxima y 15 km. de fachada
litoral.
La ausencia histórica de asentamientos humanos de importancia, permiten la
presencia de valores naturales y etnológicos únicos que han dado en
definirla como la última sierra virgen de la Comunidad Valenciana. En las
pequeñas calas que dibuja La Sierra Irta son aptas para, la práctica del
buceo o la pesca con sedal, nos presentan una dimensión diferente de
relación con el mar y la naturaleza.
La Sierra de Irta cuenta con un sistema de señalización que nos dirige por
algunos de los caminos de más fácil acceso; los puntos de inicio de
itinerarios se encuentran a lo largo de la carretera que recorre la Costa
Sur. Los caminos señalizados con indicadores de madera son pistas de tierra
adecuadas para transitar con diversos medios.
Existe la posibilidad de realizar recorridos a caballo, así como recorridos
a pie por los senderos de la parte alta de la sierra, dotados con un sistema
de señalización específico. En la Sierra de Irta podemos visitar la ermita
de San Antonio que data del siglo XVI. El conjunto está formado por la
propia ermita, la casa del ermitaño y la hospedería que delimitan un patio
desde cuyo pretil se divisa una excelente panorámica.
País: España Com. Autónoma: Comunidad Valenciana Provincia: Castellón Comarca: Bajo Maestrazgo Partido judicial: Vinaroz Coordenadas: 40°21′36.77″N 0°24′9.63″E / 40.3602139, 0.402675 Altitud: 46m sobre nivel del mar Distancias: 71 km a Castellón de la Plana
-
145 km a Valencia
-
220 km a Barcelona Superficie: 78,97 km² Población: 7.894 hab. (2009) Densidad: 99,96 hab./km² Gentilicio: Peñiscolano/a Pred. lingüístico of.: Castellano/Valenciano Código postal: 12598
Autobús : www.auto-res.net -
www.hife.es Coche : Por la Autopista A-7, cogiendo la salida número 43 (Peñiscola /
Benicarló), o por la Carretera Nacional N-340 Avión : Podrá encontrar información de todos los aeropuertos en
www.aena.es
Reus (120km hasta Peñiscola)
Castellón (40km hasta Peñiscola)
Barcelona (220km hasta Peñiscola)
Valencia (145km hasta Peñiscola) Tren : La estación más cercana está en Benicarló, el pueblo que está justo al
lado de Peñiscola, un poco más al norte. Para más información visite
www.renfe.es Taxi : 964 460 506 - 619 038 260 - 650 896 125 Barco : Si quiere venir con su propio barco puede dirigirse al puerto de Benicarló o
el de Vinaroz: www.marinabenicarlo.com
- www.clubnauticovinaros.com